Por fin.

- ¿Qué dices que sientes? No lo entiendo la verdad.
+¿De verdad no lo has sentido? Pues a ver... como explicartelo yo... Es la mejor de las sensaciones. Nada más levantarte, con las legañas aún en los ojos, solo tienes ganas de bailar hasta reventar, tienes ganas de ayudar a todo el mundo porque te sientes genial. Por fin has conseguido esa seguridad que te faltaba, ahora te ves capaz de hacer lo que sea. Las cosas buenas solo van encadenadas de otras mejores. Ahora eres optimista y siempre ves el vaso medio lleno, aunque sea obvio y todos vean que está medio vacio. Porque siempre quedan esperanzas. Porque ahora crees en los milagros. Porque los has visto. Y lo mejor, es que tienes mil y una razones por las que sentirte así. Porque donde antes veias solo amigos, ahora ves la ilusión de tu vida, porque donde antes lo veias a él, ahora ves el mayor de los regalos. ¿Lo vas pillando ya un poco? Te lo podría describir durante horas, pero aún así se quedaría incompleto.

Mon amour.

Un simple detalle, una foto, un gesto, una palabra, que hace que todo lo demás, todo por lo que te has esforzado, todo lo que querías, no valga la pena. Impotencia es lo que sientes al ver que no puedes hacer nada para cambiar lo que sientes, que eso te importe menos. No puedes.

Todos lo ven... menos tú.

Le echas de menos, pero ¿qué puedes hacer? Sientes la impotencia de no poder hacer nada. Digas lo que le digas, él no va a cambiar de opinión. No es su culpa, nadie elige a quien querer. No puedes evitar sentir cierto odio hacia ti misma. Tampoco es tu culpa, pero piensas que cuando tuviste ocasión podrías haber hecho algo y no lo hiciste. ¿De verdad hubieran cambiado las cosas? Piénsalo bien.
Nos hacemos ilusiones con que algún día puede llegar a pasar algo, pero no. Supongo que nuestra mente lo hace para protegernos. Protegernos de la verdad, de la evidencia. La evidencia que todo el mundo ve menos nosotros. Sólo queremos proteger nuestro pequeño corazón de papel del fuego ardiente que hay ahí fuera. No está mal hacerse ilusiones. Pero tampoco pasarse.
¿Quién sabe lo que nos deparará el futuro? Quizás puede ser incluso mejor que lo soñado. Sólo te digo una cosa. Se libre. Aventúrate.

Y en ese momento, el mundo ya no es mundo, el aire ya no es aire, las gotas cristalinas de agua ya tampoco lo son. Todo se convierte en algo más. Todo es más perfecto. Porque en ese preciso instante, algo te ha hecho cambiar, algo te ha hecho darte cuenta de que todo es maravilloso y perfecto, no tienes motivo aparente pero te sientes genial, contigo y con todos lo demás, más segura, quieres comerte el mundo y sabes que puedes.
Y dicen que cuando algo te sale bien, todo lo demás empieza a salirte perfecto, cosas del destino o algo así comentan por ahí. Yo simplemente creo que cuando algo te sale bien, te da optimismo para seguir luchando por todo lo demás, porque si te lo propones puedes llegar a lo quieras. Antiguamente se decía que el ser humano era la perfección, ¿no? Yo también lo creo así que, ya sabes lo que tienes que hacer. Confía en ti.

Tú.

Me encanta ese momento en el que descubres algo por lo que seguir, una ilusión que te hace levantarte cada mañana con una sonrisa de oreja a oreja. Que te hace soñar, sentir la felicidad en estado puro. Es tan... tan... indefinible. Esa cosa simplemente se deja en perfecto. ¿Esa cosa? Creo que no. Él.
Estoy segura de querer levantarme todos los días solo para ver como te ries, para ver como haces esas estúpidas bromas que me parecen las mejores, para ver como pestañeas, no quiero perderme ni un sólo segundo si es junto a tí. Estoy segura, de que te quiero.