Majos :)

jueves, 28 de abril de 2011

Todos lo ven... menos tú.

Le echas de menos, pero ¿qué puedes hacer? Sientes la impotencia de no poder hacer nada. Digas lo que le digas, él no va a cambiar de opinión. No es su culpa, nadie elige a quien querer. No puedes evitar sentir cierto odio hacia ti misma. Tampoco es tu culpa, pero piensas que cuando tuviste ocasión podrías haber hecho algo y no lo hiciste. ¿De verdad hubieran cambiado las cosas? Piénsalo bien.
Nos hacemos ilusiones con que algún día puede llegar a pasar algo, pero no. Supongo que nuestra mente lo hace para protegernos. Protegernos de la verdad, de la evidencia. La evidencia que todo el mundo ve menos nosotros. Sólo queremos proteger nuestro pequeño corazón de papel del fuego ardiente que hay ahí fuera. No está mal hacerse ilusiones. Pero tampoco pasarse.
¿Quién sabe lo que nos deparará el futuro? Quizás puede ser incluso mejor que lo soñado. Sólo te digo una cosa. Se libre. Aventúrate.
Y en ese momento, el mundo ya no es mundo, el aire ya no es aire, las gotas cristalinas de agua ya tampoco lo son. Todo se convierte en algo más. Todo es más perfecto. Porque en ese preciso instante, algo te ha hecho cambiar, algo te ha hecho darte cuenta de que todo es maravilloso y perfecto, no tienes motivo aparente pero te sientes genial, contigo y con todos lo demás, más segura, quieres comerte el mundo y sabes que puedes.
Y dicen que cuando algo te sale bien, todo lo demás empieza a salirte perfecto, cosas del destino o algo así comentan por ahí. Yo simplemente creo que cuando algo te sale bien, te da optimismo para seguir luchando por todo lo demás, porque si te lo propones puedes llegar a lo quieras. Antiguamente se decía que el ser humano era la perfección, ¿no? Yo también lo creo así que, ya sabes lo que tienes que hacer. Confía en ti.