Majos :)

martes, 2 de noviembre de 2010

¿Hay algo imposible? ¡No!

Ella amaba a una persona que quizás ni siquiera se había percatado de que ella existía. Pero se conformaba, con pasar horas mirándole mientras se comía su pequeño bocadillo y le daba vueltas al papel albal. Había aprendido a vivir con ello, y el dolor se había convertido en indiferencia.
Un día por casualidad coincidió con él en el pasillo. Ni tan simpático le saludó. Empezarón a hablar de pequeñas tonterías sin importancia, hasta que sonó el timbre del recreo.
Lo que ocurrió ese día se convirtió en una rutina. Empezaron a llevarse genial. Se podría decir que eran mejores amigos.
Cuarta hora, después del recreo. Abrió la mochila y se encontró una nota mal doblada entre los libros. La abrió:
"Lo primero decirte que muchísimas gracias por pasar estos meses conmigo. Hemos pasado de no hablar a ser casi inseparables. Eres una de las personas más importantes para mí.
Sin tu compañía no sé que habría sido de mi estos días. Puedo decir que has sido la persona que más me ha ayudado jamás.
Puede que lo que te voy a decir ahora haga que nuestra amistad desaparezca por completo. Pero ya he aguantado muchísimo tiempo y por más que quiera no puedo esperar más.
Te amo, como jamás he amado a nadie, y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Sé que puede sonar cursi, pero es un resumen de lo que siento.
Te quiero muchísimo."
Estuvo deseando que acabaran las clases.
Sonó el timbre.
Nada más sonar el timbre, se dirigió corriendo a su clase. No estaba. Le preguntó a un amigo suyo y le contestó que se había ido porque se encontraba mal.
Ella le mandó un mensaje diciendole que quedaban a las cinco el el parque de al lado de su casa.
A las cinco, bajó él de su casa. Ella simplemente le contestó con un beso.
Se convirtieron en las personas más felices del mundo. Tan sólo hace falta eso, una persona que te de amor.

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